El otro día fui a patinar en compañía de una amiga. Yo le dejé mis patines (extensibles), ya que decía que los suyos le quedaban pequeños, y yo usé los de mi madre, de cuatro ruedas, con freno delante.
Pensaba que iba a ser más fácil, ya que de pequeña patinaba con esos. Despacito, pero patinaba. Pero no, no es tan fácil. Además, no sabía ni cómo se frenaba; así que ya me imaginaréis por la calle frenándome con las farolas y demás. Por algo dicen que son de profesionales...
Y para colmo, no me estaban como anillo al dedo, me estaban un poco justos. No fue mi mejor experiencia.
Al volver a casa, busqué en el ordenata cómo se frena con esos patines y después de mucho buscar (no fue para tanto), encontré el método. Al parecer, se echa uno de los dos pies hacia atrás y se va frenando con el taco. Así no parece tan difícil.
Patinar es muy divertido!! (Bueno, lo que te pasó a ti no lo fue tanto, pero cuando aprendes es genial) Yo tenía unos patines y me gustaba mucho (vale, yo sí que era una lenta y me iba agarrando a todo, pero no tenía mucha práctica)
ResponderEliminarUn beso♥
A mí también me gusta patinar, sí que es divertido, y tanto.
EliminarSi patino en fila, sí que se me da mejor, jeje. ^_^
Un abrazo
Yo sólo llegue a manejar un patin, jejeje...el otro me sobraba, cuando me ponías los dos mi cuerpo se convertía en un semicírculo o tiesa como una momia, ¡un desastre¡
ResponderEliminarBesos
Te animo a que vuelvas a intentar patinar. Al final, se le pilla el truco. ^_^ Estoy deseando volver a ponerme los de cuatro ruedas para probar a frenar.
EliminarUn abrazo