A la mañana he estado que echaba chispas. Cosas de los estudiantes idiotas, los que por culpa de otras personas, les toca fotocopiar imágenes en modo "color" (por falta de tinta negra) a las siete y media de la mañana, un lunes, porque su querido compañero de trabajo, a las 2 del mediodía, un domingo le manda un significativo mensaje diciendo: "No me funciona la impresora". Sólo con esas pocas palabras te das cuenta de que lo que quiere, es escaquearse de tener que imprimir. Porque vosotros me diréis que quién no tiene todo el viernes tarde y sábado completo para mandarte ese mismo mensaje. Pero claro, no puedo pedir peras al olmo. No todos se plantean la idea de que la otra persona no tenga tinta, por lo que, nada, como el sábado le da pereza escribir cinco palabras de nada, las escribe el siguiente día (domingo), justo cuando las tiendas están cerradas (cosa rara, ¿eh?). Pues eso.
Como he terminado de contar esto un día después, ya se me ha ido la venada del momento.
A otra cosa, mariposa.
Hoy he tenido examen. De estos de lengua en los que tienes que presentar textos, textos y más textos. La profesora ha sido mala, muy mala (¿a qué se deberá su nombre?). Días antes nos hizo copiar unos ejercicios alegando: "De estos cinco ejercicios, sólo os preguntaré tres". ¡Mentira como una catedral! Yo diría que han entrado los cinco ejercicios completos. Y además, otros ejercicios nuevos e innovadores, como: comentario métrico, haz un titular respondiendo al menos a tres interrogantes, y cosas así.
Pero bueno, ese no ha sido mi gran problema.
(He de añadir que de nuevo, un compañero se ha llevado una extraña lata roja (no era de Coca-Cola, se notaba por la ausencia de nombre en el dorso), con letras plateadas, (insisto, no era Coca-Cola). Aún no he podido averiguar de qué bebida se trataba).
Esta mañana me he quedado atrapada en la cocina. Sí, un poco ridículo, y tal¬¬". Menos mal que estaba con mi padre. Bueno, aunque igualmente, habría conseguido salir por mi cuenta, haciendo el típico truco de la tarjeta y el pestillo. Pero no, ha decidido desmontar toda la manilla.
(El famoso pomo)
Y yo, toda nerviosa, intentado desayunar y pensando: "Madre del amor hermoso, que tengo examen a primera hora. Por dios. Que salgamos de aquí". Hasta ahí llegaban mis temores.
Cuando he entrado a clase, corriendo cuan gacela por el bosque (¿cuál será su hábitat?), he pensado en qué decirle a la profesora:
1). Siento llegar tarde, pero me he quedado atrapada en la cocina de mi casa.
Daría un poco de vergüenza decir eso, pero bueno, era una opción.
2). ...
No me ha dado tiempo a pensarla, pero ella se me ha adelantado diciendo: "Tranquila, tienes tiempo para hacer el examen.
Bueno, hoy os traigo otra canción muy bonita.
Maybe
Yiruma