¿Mi día a día? ¿Qué es más difícil?

Bueno, después del examen de lengua... ¿Quién diría que la profesora nos permitía llevar comida al examen? Creo que nadie lo ha hecho, bueno... menos uno que se ha sentado detrás mío: se ha llevado hasta la Coca Cola. Ya tendría que tener sed para ponerse en medio de clase a abrir la lata, con el sonidito del metal, y ponerse a beber. 

El examen era sobre el romanticismo. Personalmente, no me ha parecido muy difícil. Bueno, aunque ahora me acabo de dar cuenta de que se me ha olvidado hacer anotaciones (que si no las haces, la profesora no te corrige el examen. Manda narices). Espero que se apiade de mí...

Pues he estado pensando en música, (cada vez me queda menos para el examen T.T), y en cuál es el más difícil de todos. Coincido en que es el piano (y no porque yo lo toque). Bien, vale. Todos los instrumentos son muuuuuy difíciles (menos la flauta dulce, es la verdad. Todos los niños de primaria la tocan. ¿Por qué será?), y si no se les dedica tiempo, no se puede avanzar.

Bien, la flauta travesera hasta que no aprendes a soplar, a respirar y etc., etc., no puedes hacer nada. Tienes que aprender todo eso, antes de ponerte a tocar.

El violín me fascina. Hay que tener un buen oído, y yo, por desgracia, no lo poseo (del todo. No, sé realista. No lo tengo). Todos los de cuerdas (menos el piano) y viento (menos la flauta, que todos los niños aprenden a tocarla), al comienzo son muuuuy difíciles. 

Y en cambio, el piano no. Tú te pones frente a él, y le dices: Hola, amigo. ¿Qué te parece si te toco? (No de mala intención¬¬). Y ahí estás. Tocas una tecla... ¡¡¡Y SUENA!!! Cosa que en los demás instrumentos no pasa. Bueno, si picas una cuerda de un violín, chelo, guitarra... algo sonará, creo yo.

Bien, hasta este punto bien. Pero ya, cuando la cosa se complica, los demás instrumentos que no son el piano, pues bueno, practicas, practicas. Pero quieras que no, sólo tienes que leer un pentagrama.

En el piano, es al contrario. Comienzas muy bien, pero luego, todo se complica. Tienes que leer cada vez más y más. Y todo se vuelve negro de notas.

Bueno, como lo he escrito en dos tiempos, ya se me ha ido el hilo de lo que quería contar. Algún día me volverá...